Es habitual ver en publicaciones musicales referencias al Mainstream, que no es ni más ni menos que el conjunto de los géneros más populares de música, esos más difundidos en medios de masas, más vendidos, lo opuesto a lo alternativo o indie. Rosalía, en una reciente entrevista, lo definía acertadamente como una cuestión de más alcance para un repertorio. Esa corriente principal, en traducción literal, es la que puebla las listas de ventas, las de streaming y las radiofórmulas.

De alguna manera relacionada con esa palabra traemos hoy otra: Crossover, algo menos común.  Habitualmente se entiende en nuestra industria por hacer crossover cuando trascendemos nuestro público natural y alcanzamos otros tipos de público despertando su interés por nuestra música. Es lo que se persigue por ejemplo con los duetos entre artistas que en principio pertenecen a mundos musicales distintos (incluso a razas, edades o posicionamientos personales distintos), como Alejandro Sanz y Alicia Keys, o Pablo Alborán y Dua Lipa, o Tony Bennet con Dani Martin. Se busca que el público natural de cada artista se interese en la propuesta del otro intérprete del dueto.

Es la misma intención que anima las remixes dance de artistas pop , o el featuring de un rapper tras el segundo estribillo de un tema pop. También lo son las versiones en un idioma distinto al propio para intentar conquistar un territorio lingüístico que no se controla aún. Esta aventura no siempre sale bien, paro cuando funciona, marca un antes y un después. Le sucedió a Nat King Cole con su superguiri acento cantando temas latinos en español, y a Madonna le bastó con una frase en castellano: La Isla Bonita, para conquistar millones de corazones hispanos.

Los music supervisors del cine son responsables también de hermosos casos de crossover. Para no hacer esto muy largo, citaré solo a uno de los mejores y más originales. Quentin Tarantino , quien ya introdujo a Lole y Manuel (Y tu mirá) en Kill Bill 2, y ahora reverdece para las nuevas generaciones  repertorio de los Bravos en su ultima película. Deseando verla ya y comprobar como ha sincronizado ese Bring a little lovin

Manuel Aguilar

 

 

Un comentario

  1. Muy informativo y bastante especifico este Post, a la par que interesante ya que nos enseña que también es bueno experimentar otro tipo de géneros, incluso llegar a aventurarse a realizar o componer canciones en otro idioma para llegar a un publico diferente de lo habitual. Eso es lo mágico de la música, lo hermoso que tiene de ser un lenguaje universal y es algo que a mí; como a muchos otros, me encantaría llegar a hacer.

    Saludos desde Venezuela, y gracias por la valiosa información que nos brindan en tan maravillosa pagina :D.

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